sábado, 4 de agosto de 2007

Informe 68.969

15 de Enero: Asombrosamente no acabamos en Comisaría. Acudo al Hospital para averiguar el estado de Tony Contini. Me indican que no puedo verlo y que lea el informe nº 68.969. Lo solicito en el mostrador y una diligente, y bella, enfermera va en su busca y me lo entrega:

“Al examinarse el cuerpo se encontraron dos heridas de arma inciso punzante. Las dos heridas, una en la espalda a pocos centímetros de la columna vertebral y la otra a 10 cm del borde inferior de la areola mamaria izquierda. No se apreciaban en ninguna de ellas rastros de tatuaje.

La séptima costilla se hallo fracturada cerca de la articulación externo-costal, condrocostal. El lóbulo derecho del hígado se encontró perforado con gran derrame hemático en la región peritoneal. Esta lesión tenía una dirección de delante hacia atrás, de izquierda a derecha, y de arriba hacia abajo.

La totalidad de la sangre liquida encontrada dentro de la cavidad toráxica fue de 1,200 centímetros cúbicos. Su muerte se produjo por anemia aguda post-hemorrágica.

Al examen de su cuerpo, se halló que era el de un hombre adulto, pálido, de talla media, tipo atlético, bien conformado y bien nutrido; color moreno, cabello liso, negro y bien implantado.

Diámetro de las pupilas: 0.4, aproximadamente. Dientes en buen estado. Hay “rigor mortis”. No hay lividez cadavérica. Presenta dos heridas perforantes, cada una de forma regular, aproximadamente de 2,4 cm. de longitud, cuya localización es la siguiente:

1. Localizada sobre la cara posterior del hemitorax izquierdo, aproximadamente a 1cm a la derecha de la línea media y a la altura del borde inferior de la décima costilla.
2. Localizada sobre el hemitorax izquierdo, aproximadamente a 11cms de la línea media a la altura del noveno espacio intercostal.

Exploradas las dos heridas se comprobó que: la primera interesa todo el espesor de la pared toráxico; la segunda interesa los planos superficiales de la pared toráxico izquierda; esta es una dirección postero anterior en la piel y tejidos celular subcutáneo para tomar una dirección oblicua hacia la columna vertebral. Los dos orificios presentaron un anillo o bandalé de contusión. En ninguno de ellos se ven tatuajes (huellas). No se observó ningún orificio de salida, que tenga caracteres de orificio de salida.

Incisión primaria: tipo “Y” para el cuerpo y mastoideo, mastodiada y romboidal para la cabeza. Músculo rojo. Manóculo adiposo de 2cms, aproximadamente. Cavidad peritoneal: se encontraron aproximadamente 1,500 centímetros cúbicos de sangre coagulada. Existen adherencias fibrosas entre el fondo de la cavidad biliar y en el ángulo izquierdo, quinto espacio.

La serosa peritoneal presenta numerosos coágulos de sangre en su superficie y muestra soluciones de continuidad por herida en la cara superior del lóbulo derecho del hígado, y a la altura de la cara izquierda de la séptima articulación inferior del flaco derecho, entre el peritoneo pariental anterior y el gran applo se encontró un material metálico, al parecer de plomo ligeramente abollado, en su extremo punzante. Este material fue guardado por el Doctor Harold Lloyd Drane.

Cavidades Pleurales: la derecha contiene aproximadamente 1,500 centímetros cúbicos de sangre coagulada. En la pleura parietal derecha a la altura del borde inferior de la décima costilla se observo una herida de aproximadamente 2.4 cm. de diámetro localizada aproximadamente a 7 centímetros cúbicos por fuera de la décima articulación costo–vertebral. Esta herida interesó el paquete vasculo–nervioso que corre por el borde inferior de la décima costilla que corresponde con la herida descrita; en el cuerpo sobre el hemitorax derecho y frente a ella se abre en la vertiente anterior del fondo del saco costodiafrágmico posterior, otra herida sobre la cápsula diafrágmatica.

En la cavidad pleural izquierda se observa equimosis subpleural a lo largo de la cara anterior de la novena costilla en los diez centímetros de la extremidad yuxtavertebral de dicha costilla.

Diafragma: aproximadamente en la mitad de la vertiente posterior de la capsula diafragmática derecha se observa una herida, ya anotada, de aproximadamente 2.4 cm. de diámetro abierto en la zona muscular de dicho músculo, y se continua hacia delante con otro orificio abierto en el lóbulo derecho del hígado. Se observa también una contusión y equimosis sobre la extremidad anterior a la séptima costilla derecha, cuya articulación condro-costal aparece luxada.

Cavidad pericardiaca: Normal.

Corazón: Peso 415 gramos. Está sensiblemente aumentado de tamaño, existe un proceso de calcificación en todas las valvas de las sigmoides aórticas; y en sus vecindades supra e infrasigmoides, pero particularmente sobre las valvas anteriores que están fusionadas por su borde contiguo: son inextensibles muy especialmente la anterior derecha. La sigmóides aórtica posterior está afectada en menor grado y conserva aún sus movimientos. Las coronarias son permeables. Es particularmente notable la presencia de una calcificación del tamaño de un pequeño grano de maíz localizado inmediatamente por debajo del limite entre la sigmoides derecha e izquierda y de igual modo la presencia de otra calcificación del tamaño de un gramo de arroz localizada inmediatamente por encima de la sigmoides derecha y la posterior inmediatamente por encima de la sigmoides a la pared interna de la aorta muestra placas de esclerosis.

El corazón fue a poder del Doctor Edward Harris

Pulmones: en ambos se observa antracosis moderada. El derecho esta ligeramente colapsado por el derrame hepático anotado. La crepitación de los dos pulmones se aprecia bien y en su integridad o anatómica, es normal.

Tubo digestivo: no se encontró nada especial, salvo las coagulaciones anotadas en la serología, las adherencias y la ausencia del apéndice.

Hígado: presenta una herida perforante que atraviesa todo el espesor del lóbulo derecho. El orificio posterior corresponde con el descrito en la cúpula diafragmática derecha. Mide aproximadamente 2,4 cms de diámetro, es regular, está localizado en la zona extraperitoneal del borde o cara posterior del lóbulo derecho. La herida anterior mide aproximadamente 2,3 cms. de longitudo, es regular y líneal, está localizada en la vertiente anterior de la cavidad superior del lóbulo derecho, aproximadamente de unos 5cms., arriba de la escotadura de la V.B (vesícula biliar). en el borde anterior hepático. La brecha abierta en el parénquima aparece en dirección de otras adelante y muy ligeramente de abajo hacia aarriba y delante hacia adentro.

La V. B (vesícula biliar), contiene bilis moderadamente espesa de color verde oscuro y un cálculo romboidal de tamaño de una aceituna pequeña y de superficie rugosa.

Las vías biliares son permeables.

Cápsulas suparrenales: tienen las características anatómicas habituales.

Riñones: tienen las características anatómicas habituales.

Vejiga: no tiene orina. Tiene las características anatómicas habituales.

Ganglios linfáticos: tienen las características anatómicas habituales.

Genitales: tiene las características anatómicas habituales.

Venas: las lesiones anotadas anteriormente.

Tiroides: no se exploró. A la palpación no ofrecen ninguna particularidad.

Encéfalo: Peso: 303 gramos. Tiene las características anatómicas habituales.

Ratificación de la necropsia
“Una herida de 6 y medio centímetros de la columna vertebral en el hemisferio derecho, en el noveno espacio intercostal derecho de la espalda; una herida inciso punzante de 11 centímetros de la columna dorsal hacia adentro y ligeramente hacia abajo, encerrada en una parte interior de una aureola formada por una equimosis de 2cms, en sentido vertical y 3cms en sentido transversal.

En estas heridas todas de entrada, no se aprecian rastros de tatuaje.

El lóbulo derecho del hígado está perforado, cerca de la articulación externo–costal condrostal. La herida del lóbulo derecho del hígado tiene aproximadamente dos centímetros en su borde anterior. La herida hepática perfora el hígado en toda su extensión. En el páncreas, duodeno y estómago no tiene nada especial.

La dirección de la herida del hígado y por el borde interior una dirección de delante hacia atrás y de izquierda a derecha, y de arriba hacia abajo.

Igualmente hay perforación del diafragma en su inserción y sobre la séptima costilla. Riñón izquierdo y derecho normal. Cavidad toráxico, hemotórax izquierdo: no se encontró herida en el corazón ni en el pericardio.

En los pulmones derecho e izquierdo no hay nada. Total: ambos pulmones están en perfecto estado. La perforación del lado derecho (por la espalda) penetró a la altura del noveno espacio intercostal, aproximadamente a 4 centímetros de la inserción corto vertebral. La totalidad de la sangre líquida encontrada dentro de la cavidad toráxico fue de 1.200 centímetros cúbicos.

Levantando el casquete craneano en circunferencia, por las regiones frontal y occipital, se separó el cerebro de la base del cráneo, no encontrandose ninguna particularidad. La herida del hemitórax derecho fue de carácter necesariamente mortal.”

El corazón y el encéfalo se entregaron también al profesor Harold Lloyd Drane quien se encargo de depositarlos en el lugar adecuado del Presbyterian Hospital.

Fin del informe.

Me quedo perplejo hasta que observo que la perecederamente hermosa enfermera, me ha traido el informe 68.669

Debo dejarle claro la magnitud de su error, pero soy condescendiente y le argumento que una cena privada puede reparar dicha confusión, posteriormente leo el informe correcto: La herida es severa pero Tony podrá seguir comiendo los Ravioli de la sua mamma. Quedo con Jane para mañana a las 19:00 horas.

domingo, 29 de julio de 2007

"Ojala se cumplan todos tus deseos"

Henrietta me ha llamado para invitarme como acompañante a una fiesta ofrecida el día 11 de Enero por Erika Carlyle y accedo ya que estas fiestas nunca dejan de gustarme a pesar de la hipocresía que las rodea.


Acudo con Nestor, mi chofer, a recoger a Henrietta. He de confesar que su aspecto es arrebatador a pesar de no llevar la última moda.


Sin problemas accedemos a la fiesta y por primera vez veo a la anfitriona, poseedora de una belleza por la que sin lugar a dudas la Venus de Milo palidecería aún más. Su presencia junto a la de su Secretaría Personal, mujer de una belleza más arrebatadora si ello es posible, consiguen que la estancia me parezca lo más similar a lo que podré jamas entender como el Edén Bíblico. No me importaría que este fuese uno de mis deseos cumplidos y en ese momento a mi mente acude la situación que podría darse si nuestro amigo Curtis estuviese aquí en este momento y decido compartir ésto con Henrietta. Los dos sonreímos discretamente para no llamar la atención. Tras dejar a Henrietta en su domicilio quedamos para reunirnos todos el próximo día 15 junto al Sr. Elias.


Día 15 de Enero. El Sr. Elias se retrasa y se pone en contacto telefónico con Henrietta para comunicarle, con tono nervioso según nos comenta después, que nos reunamos con él en el Hotel Chelsea. Partimos sin demora y al llegar al Hotel nos indican su número de habitación, la 410.


Tras llamar a su puerta y no recibir contestación el bueno de Tony, haciendo gala de sus buenos usos periodisticos pega su oído a la madera y tras poner cara de sorpresa grita "Hay alguien ahí dentro" y carga contra la puerta. Hay que reconocer que no me gustaría encontrarme frente a Tony en un partido de Fútbol, ya que la puerta salta de sus goznes ante el impacto recibido, lo que sucede a continuación es un explosivo coctel de adrenalina y confusión donde los gritos, los golpes y la sangre se mezclan a partes iguales.


De la oscuridad aparece una espada enorme que impacta a Tony en su costado y le ocasiona un profundo corte que empieza a sangrar profusamente, Julius y John saltan hacia el interior como un resorte y Henrietta y yo intentamos sacar a Tony al pasillo, mientras tanto Curtis empieza a mirar nerviosamente a un lado y otro del pasillo buscando no sabemos exactamente qué. La herida de Tony es de la que se podrían catalogar de mal augurio y decido poner mi mano en la herida para intentar taponar la perdida de sangre mientras Henrietta empieza a bajar hacia el vestíbulo, Curtis aporrea las demás puertas pidiendo ayuda y del interior de la habitación continúan surgiendo los sonidos de gritos y golpes. De repente un tremendo impacto se escucha en la habitación seguido de un improperio lanzado por John, parece que la balanza empieza a decantarse a nuestro favor. Tras unos interminables momentos y debiendo además apaciguar a Tony, que a pesar de sus heridas desea ayudar en la lucha de la habitación, el ruido cesa en la misma y la luz ilumina el hueco donde antes se encontraba la puerta mientras las sirenas de policía empiezan a escucharse a lo lejos. John aparece más blanco que las baldosas de la Morgue del Presbiterian Medical Center y sólo acierta a decir que el Sr. Elías ha sido asesinado salvajemente. He de luchar contra mi intención de observar la escena pero la necesidad de atención por parte de Tony me hace desistir. No puedo evitar que Henrietta entre en la habitación y deposite, posteriormente, una bolsa junto a nosotros. Tras unos instantes aparece la Policía intentando poner orden en la situación, en la que Tony acabará camino del Hospital y los demás en la Comisaria para dar nuestra versión de los hechos. En ese momento veo a los atacantes, dos gigantescos espécimenes de raza negra a los que únicamente los harapos que portan consiguen disimular su estado salvaje con extraños tatuajes y escoriaciones.
Como me temía, la antigua sabiduría latina nos ha alcanzado.

De lleno en la Expedición Carlyle

3 de Enero. Creía que iba a poder escapar a esta recopilación de información pero me temo que no es así. John me ha llamado para que lea unos documentos en el Colegio de Médicos de la ciudad y consiga información sobre un tal Dr. Houston.
Consigo una pequeña victoria personal al evitar que mis prioridades se pongan en un segundo plano en todo este asunto. Acudimos al Sancta Sanctórum de nuestra profesión y me presentan a una persona de la que no me interesa ni el nombre y que me acompaña hacia los documentos que puedo investigar. John no hace más que intentar darme orientación sobre lo más o menos interesante a recopilar. Sonriendo le doy varias palmaditas en el hombro para tranquilizarlo y sin prestar la más mínima atención a sus palabras entro en la estancia.
La búsqueda es sencilla y parece que mis dotes me siguen acompañando después de todo a pesar de su escasa utilización a lo largo de estos últimos años. Por un instante la Srta. Faithfull vuelve a mi mente con todo lo que ello conlleva pero reconduzco mis pensamientos y decido solicitar algo de comida para poder continuar con mi labor.
A las 17:00 debo abandonar la estancia y veo a John dando saltitos en la calle frente a la puerta, me asalta la duda si es para entrar en calor o para tranquilizarse. La expresión de su cara al ver la sonrisa en la mía me hace ver que la segunda opción era la correcta. Vamos a mi despacho y empiezo a dictarle la información que he podido recopilar, John esta encantado con el resultado y me confiesa que siempre ha tenido confianza en mí aunque sé que detecté en él ciertas dudas sobre mis posibilidades de éxito.
Tras releer las anotaciones he de confesar que nunca entenderé el éxito del sistema freudiano ya que todo se reduce al ámbito sexual, cual fácil es impresionar a las mentes menos despiertas. Todo esto me trae a la memoria el recuerdo de la historia titulada "El traje Nuevo del Emperador".
Definitivamente están locos estos psiquiatras........... ja ja ja tiene gracia. "Están locos est..... ja ja ja"

¡Feliz Año Nuevo!

La cena es un poco caótica y John intenta hacer su voluntad, como siempre pero Henrietta consigue reorientar la situación. El baile posterior es mucho mejor y las oportunidades son bien recibidas pero soy "secuestrado" hacia la terraza para hablar sobre la expedición Carlyle (ya me había conseguido olvidar de ese asunto) y maldigo mi fortuna pues Hellen Miller empezaba a sonreirme desde el otro extremo del salón.
Como me temía todo se reduce al bla bla bla de rigor. Mi mente fluye hacia mis estudios pendientes mientras intento mostrar mi mejor cara de interés, aunque creo que Henrietta me ha descubierto. Debo perfeccionar mi estilo, es peligroso el no poder tener secretos con los demás.
Todos se muestran muy emocionados con el tema pero considero un desgaste de energía todo el interés que le prestan a este asunto, teniendo en cuenta además que en dos semanas el propio Sr. Elias nos informará exhaustivamente sobre sus descubrimientos.
Intentando ser cortes les invito a mi casa en Elisabeth para el próximo día 6 de Enero y poder pasear en el velero por el Hudson si el tiempo lo permite. Realmente necesito aire fresco ya que llevo muchas jornadas sin el contacto con el mar.

Encuentros y Reencuentros

Acudo puntual a la cita y me encuentro con todos mis amigos: Henrietta, John, Tony, Curtis y Julius.
La cita tiene relación con un telegrama de Jackson Elias sobre una "información impactante" sobre una expedición perdida a cuyo nombre no presto la debida atención.
Tony y John deciden buscar información sobre la misma y mantenernos informados sobre sus averiguaciones. Ya tenemos otro tema de conversación durante la cena para poder alejar a invitados entrometidos.

Noticias Inesperadas

Recibo hoy, 29 de Diciembre, una llamada de Sheridan, como siempre su actitud es explosivamente empática y tras una breve charla banal me cita para el día siguiente sobre un asunto de "vital importancia" según sus palabras.
Creo que no debí usar una sierra de Gigli en mi última intervención.

Inicio

Como es habitual en estas fechas, recibí ya hace días la invitación de Henrietta para su ya famosa cena de Año Nuevo. Desde hace semanas no dejo de pensar en que 1.935 va a entrar con fuerza en nuestras vidas, espero que sea cierto aunque como afirma una conocida maldición latina "Ojala se cumplan todos tus deseos". Vuelvo a divagar, necesito más contacto con personas que puedan responder a mis comentarios y no se queden siempre estáticas y mirando al techo.
Como de costumbre he aceptado, ya que siempre es estimulante el poder mantener una conversación inteligente y el poder reunirnos todos juntos rememorando y compartiendo nuestras experiencias hasta la fecha, ¡Además parece que, por fin, este año vamos a poder contar con la presencia de Julius en el evento, espero que no confunda su medio de transporte! ya que el grado de despiste de mí amigo sería digno de un estudio en profundidad. Espero convencerlo tras unos cuantos ponches para que en caso de que sufra una desgracia sin remedio, espero que en el más lejano futuro posible, me autorice a preservar su cerebro para estudios posteriores.