domingo, 9 de septiembre de 2007

"Fieles hacia la Muerte"


Al descender del coche patrulla se cumplen mis peores pronósticos: Únicamente dos policías y sin muchas luces. Tras acercarse a nuestro vehículo e identificarnos se dirigen hacia la entrada de la tienda y tras un breve vistazo sentencian que no se observa nada anormal ni existen signos de lucha. John, Henrietta y Tony explican a tres voces la historia del secuestro de un niño y de que se encuentra en el interior de la tienda y tras una breve conversación con John deciden entrar en la tienda reventando la puerta de una patada mientras nos indican que nos quedemos en nuestros vehículos y haciendo caso omiso de nuestras advertencias sobre la existencia de un número de enemigos armados con machetes superior al suyo. Creo que ahora sé el porque del lema del Departamento de Policía de esta ciudad: "Fidelis Ad Mortem".


Tras un par de intentos la puerta se abre y con precaución se adentran en la tienda, tras un vistazo al interior vuelven y afirman con rotundidad que no hay nada extraño en el interior. Tras otra insistente perorata por parte de John, y sospecho que con algún aliciente más material, deciden volver al interior e investigar la trastienda en compañía de John en tanto que Tony y Julius se posicionan en el exterior por si hay problemas. Silas parece que empieza a recuperarse del golpe anterior y decido administrarle otra dosis de culata.

Tras un buen rato en el interior y pese a las quejas de John los policías nos conminan a abandonar la tienda mientras se "preparan" una coartada con trasfondo de robo y puedo constatar que nuestros refuerzos han sido la encarnación perfecta de la frase que cita que la justicia es ciega y a esto le puedo añadir, de cosecha propia, que en este caso parece que también sorda.

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