
Invito al Sr. Kengstinton a almorzar y a hacer tiempo hasta que sea el momento de acudir a casa de Henrietta. Durante el almuerzo, y pensando en alguno de mis amigos, le comento si estaría interesado en que siguiésemos los pasos de las indagaciones del Sr. Elias sobre la expedición Carlyle y si podría financiar parte de los gastos. En principio se muestra sorprendido pero su respuesta es positiva y quedamos para el próximo martes 26 de Febrero a las 10 de la mañana y seguir tratando el tema.
Al abandonar el restaurante tengo, perfectamente nitida, la sensación de que alguien nos observa pero no logró descubrir nada. Decido despistar a nuestros perseguidores entrando en la Catedral de San Patricio y tras unos breves momentos controlando que personas entran tras nosotros y su actitud decido abandonar el recinto por una de las puertas laterales e inmediatamente tomar un taxi hasta el domicilio de Henrietta. El Sr. Kengsinton me observa perplejo pero es que el pobre no había detectado nada. ¡Los de despistado, no me cabe la menor duda!
No hay comentarios:
Publicar un comentario