lunes, 22 de octubre de 2007

El Sr. Byron

Siguiendo la pista conseguida por Tony en Harlem, vamos a reunirnos con el "curandero psíquico" Sr. Byron Fisher en su despacho de la calle 130 Oeste. El vecindario es bastante acogedor, para tratarse de Harlem, y esta junto al St. Nicholas Park.

Llegamos Henrietta, Tony y yo hasta la dirección y ascendemos por las escaleras. El lugar parece estar bastante concurrido y el Sr. Byron tiene bastante fama entre los lugareños. Una típica "mami" negra se me queda mirando mientras esperamos y tras sacar un papel anota algo y vuelve a guardárselo. Le pregunto sobre su actitud y se me queda mirando con cara de no entender nada en absoluto y mis acompañantes se excusan en mi nombre pero no sé el motivo. Creo que estoy ligeramente paranoico, ¿Debería hablar con John?

Accedemos a la consulta, en lo que es una parte de una sencilla vivienda, y la impresión que emana el Sr. Byron es el de una persona tranquila, educada y con una buena educación que crea un ambiente relajado. Durante la entrevista Tony y Henrietta pierden su aplomo y empiezan a contarle toda nuestra historia y nuestras averiguaciones sobre el Culto de la Lengua Sangrienta. Parece estar al corriente sobre todos los aspectos que a nosotros tantos quebraderos de cabeza nos han costado, circunstancia que aún no tengo del todo claro si es positivo para nosotros o no.

Le pregunto sobre el extraño incidente que he tenido mientras esperábamos con una de sus clientas y me comenta que lo único extraño es que tenga la percepción para ver lo que me sucedió. No entiendo nada, por algo me incline por la Patología Forense ya que no queda nada sujeto a la interpretación subjetiva sino que se basa en hechos.

De vuelta a casa reviso mis archivos y averiguó el motivo por el que me resultaba familiar el rostro del Sr. Byron. Es bastante similar al de Irmel Kittrells, un convicto ejecutado en Junio del año pasado en Ohio cuyo cuerpo fue donado a la ciencia y que acabó sobre mi mesa de operaciones.

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