Por imperativo de Henrietta abandonamos la mansión Carlyle y quedamos en volver al día siguiente junto a John y Julius. Aprovecho la tarde para realizar algunas gestiones en mi trabajo, que tengo bastante abandonado y acudo a la St. Patrick's Cathedral en busca de un poco de relajación personal.Al día siguiente, día 5, acudimos puntualmente a la mansión Carlyle y durante la presentación Julius es fiel a si mismo y a la fama que le precede creando una jocosa situación con Victoria Post, que posteriormente nos acompaña a la biblioteca para que podamos ojear tranquilamente los libros. Nos los dividimos y a mí me toca en suerte el llamado "Manuscritos Pnakoticos". Emocionado abro la primera página pero esta emoción va dejando paso al tedio más atroz a medida que las hojas van pasando y puedo afirmar que al finalizar el primer día la mejor conclusión que puedo sacar de este libro es la de que me enfrento a un "ladrillo", un libro pesado de leer, un impresionante error narrativo salpicado con una retahíla de nombres extraños y escrito en un estilo arcaico que no me agrada. En cambio mis compañeros se muestran encantados con "los conocimientos" a los que están teniendo acceso durante estas lecturas.
Nuestra rutina diaria durante un par de días es la de llegar por la mañana a la mansión y abandonarla al caer la tarde pero desde el tercer día, y en un acto que la distingue, la Srta. Carlyle nos ofrece su mansión para que podamos avanzar en nuestra investigación y nos da la posibilidad de pernoctar en la mansión. Aceptamos encantados y John nos comenta que ha finalizado la transcripción del libro que le toco en suerte y que pasa a explicarnos un resumen del mismo.
¡Que Dios nos asista, espero poder soportarlo!
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